sábado, 28 de diciembre de 2013

Marcus II

-Alicia, ¿vamos?
Sara estaba parada en el marco de la puerta y me miraba con ganas de que saliese pronto. Me volví y guardé la nota en el bolsillo del pantalón.
- Venga ya, ¿por qué tardas tanto?
Y esa era Ariadna tan hambrienta como siempre.
- Ya voy, ya voy- respondí apresurada.
En realidad yo también estaba muerta de hambre, ahora que lo pensaba, no había desayunado y mi estómago pedía comida.
La comida del comedor por lo general era horrible excepto los miércoles que siempre ponían patatas fritas con filete, espaguettis o algo de pollo. Hoy había tocado lo primero, nos sentamos a comer mientras Sara nos contaba lo entusiasmada que estaba con no sé que pruebas. Yo no podía parar de pensar en qué pondría y de quién sería la nota que aun aguardaba en mi bolsillo.
- Alicia, ¿qué piensas de lo de la fiesta sorpresa de Lydia?
Mierda, otra vez igual, ya me había evadido de nuevo del mundo y no me había enterado de lo que estaban hablando.
- Eh... Sí, me parece bien.- respondí insegura.
- ¿Otra vez? ¡Así no hay quien hable contigo!- contestó Ariadna furiosa.
- Lo siento, lo siento, pero me he enterado de verdad. Creo que le hará mucha ilusión. ¿Quedamos el Sábado y lo hablamos? - respondí para ver que realmente le ponía entusiasmo.
-Vale, me parece bien. Por esta vez te salvas.-respondió Sara.
La comida me sentó genial. Me sentía pesada y cansada de todo el día así que regresé pronto a casa. Estaba vacía. Siempre que llegaba la casa estaba vacía. Mi padre estaba trabajando, al igual que mi madre, que después de trabajar siempre se pasaba por casa de mis abuelos. Así que siempre que llegaba estaba sola.
¡Ah! ¡Casi se me olvida! Subí arriba, solté la mochila y me tumbé en la cama. Metí la mano en el bolsillo y saqué la nota. Era pequeña, más o menos como una octavilla por la mitad. La hoja olía a aroma de vainilla. Mi perfume favorito. La desplegué y en el centro del papel había escrito con una caligrafía perfecta:"Tienes los ojos más bonitos que he visto nunca."
Leí la frase varias veces, repasando una a una cada letra. Hacía tiempo que no me decían algo tan bonito, pero, un momento, no estaba firmada. Revise la nota una y otra vez a ver si aparecía algo, pero nada. ¿Acaso tendría un admirador secreto?

No hay comentarios:

Publicar un comentario